Hace un par de años pensé en una definición de “civismo” y “persona cívica”.
Párate unos segundos a pensar la defición de “civismo” o “una persona cívica”.
Ahora considera por un segundo mi definición:
Cívico es aquel que se comporta correctamente, desde un punto de vista ético, sin que haya una norma o ley que le obligue.
Quien acata las leyes y normas es “legal”, no “cívico”.
Reconozco la controversia que puede generar ese “correctamente”, por eso añado el “ético”: no hablo de cuestiones morales, sociales ni costumbristas como preferencias sexuales, forma de vestir o manera de hablar. Hablo de los que tiran chicles al suelo, los que no recogen las cacas de su perro (y más cuando no había normativa), los que fuman y no se hacen responsables de su humo, hablar en alto en zonas públicas, no quitar el volumen del móvil en el hospital, etc. Aquello que afecta al prójimo en una sociedad y que a bastante gente parece que le da igual.
Cuando hay una ley/norma, la gente (un porcentaje) tiende a seguirlas por miedo, que a veces se interioriza y pasa a formar parte de la idiosincrasia y a veces no.